Dias inolvidables para el basket saucero

Marohe visita Icod y Garafía

El baloncesto saucero ha vivido a finales del pasado mes de junio unos días imborrales en donde la cantera de este deporte de gran tradición en San Andrés y Sauces ha visitado el municipio de Icod de Los Vinos así como han participado en el IV Campamento Veraniego Marohe desarrollado en el municipio de Garafía.
Todo comenzó la mañana del pasado 19 de junio cuando la expedición Marohe partió rumbo a Tenerife, en donde les esperaba el CB Hércules de Icod que había invitado a los sauceros a conocer el municipio, convivir e intercambiar experiencias así como la de disfrutar de unos días de baloncesto tal y como había ocurrido meses antes en tierras sauceras. Los equipos cadetes e infantiles de ambos municipios se batieron en los torneos organizados como motivo de la clausura de la temporada tinerfeña. Además de la EB MArohe y el CB Hércules participaron otros clubes de la isla tinerfeña como el CB Puerto de La Cruz, en la categoría cadete, y el CB Nuriana "B" en la categoría infantil. Pese a que los resultados eran lo de menos decir que los anfitriones de Icod fueron los campeones en las diferentes categorías, mientras que los sauceros conquistaron el subcampeonato en los triangulares infantil y cadete masculino al vencer tanto al Puerto de la Cruz como al Nuryana.
Entre tanto baloncesto, el nexo de unión de estos dos clubes y municipios amigos, hubo tiempo para realizar múltiples actividades alternativas como conocer el municipio norteño, visitar el legendario Drago así como las principales calles del municipio además de la organización de un almuerzo campestre en donde toda la familia baloncestista icodense recibió con las manos abiertas a los palmeros, incluyendo la concejal de Deportes de Icod de Los Vinos que agradeció a los sauceros su visita así como propuso futuros encuentros aventurándose además a acompañar a los tinerfeños en próximos encuentros que con seguridad se producirán en un futuro pues más que la práctica del deporte de la canasta lo que une ya a estos dos gigantes baloncestísticos es una profunda amistad fraguada gracias a la amabilidad y exquisito e inmejorable trato llevado a cabo por el pueblo de Icod de Los Vinos. Desde un primer momento los icodenses trataron como auténticos reyes a los sauceros, que se sintieron en todo momento mejor en su propia casa, afirmación sin una pizca de exageración. Directivos, entrenadores, jugadores, padres e incluso políticos o el sacerdote trabajaron a destajo para que no faltara nada así como para que los sauceros se sintieran como en su casa. Y lo consiguieron a tenor de lo acontecido. Nunca nadie trató de igual o parecida manera a este grupo de personas que lucha y trabaja por el baloncesto saucero.
Todo agradecimiento es poco para personas como Fifer, Fredy, Suso y ese largo e inolvidable etcétera que ya no sólo facilitaron que nuestra cantera disfrutará de la estancia en la tierra del Drago más famoso del mundo y estrecharan lazos de amistad con sus coetáneos icodenses, sino para que además el baloncesto saucero esté en deuda eterna con el CB Hércules ya no sólo por el recibimiento, trato, agasajo e invitación recibida sino además por la amistad contraída por un grupo de personas que disfrutan con el baloncesto y con ver feliz a sus muchach@s.

Fue por ello que en la tarde del lunes 22 de junio los sauceros volvieron a su tierra con una gran tristeza en sus rostros. La tristeza de una despedida que será sin duda un hasta luego pues que nadie dude que habrá más encuentros de estas dos grandes familias del baloncesto canario.
Pero casi sin tiempo para el descanso el basket saucero emprendía el viernes 26 otra de sus particupales aventuras. El equipo formado por Javi,Tana, José Domingo, Aitami y Any no se cansa nunca de hacer feliz a sus chic@s y organizaron el que ha sido el IV Campamento Marohe que cada año sirve para cerrar la temporada del baloncesto saucero.
El destino fue Garafía, más concretamente el Albergue de San Antonio del Monte en donde l@s chavales sauceros disfrutaron de 5 días de convivencia y deportes que nada tienen que ver con el Baloncesto. Rapel, escalada, rapel volado, rutas ciclistas, carreras de orientación y mucho más hicieron que nuestra cantera disfrutara de unos días inolvidables bajo la tutela de los monitores de Marohe y así como el personal del albergue en donde Luis y Fran en el campo y Rosa en la cocina llenaron de felicidad y diversión a aquellos que lo merecen, a los niños y niñas de la Escuela de Baloncesto Marohe.

Diez días agotadores pero inolvidables.